Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación. Salmo 91:14-15
“Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.”
Mateo 16:24 NVI
Demostramos el amor al Señor cuando nos rendimos delante de Él, pero rendirle culto fortalece aún más nuestra relación con Dios.
Rendirse significa dejar de resistir y someterse a la autoridad.
Dios debe tener la preeminencia en nuestra vida. El es el creador y sustentador del universo entero. El que está en control de todas las cosas y tiene la verdadera su autoridad sobre nuestras vidas.