Hace muchos años escuché esta historia de que en el teatro antiguo romano, usaban máscaras de cera; en algún momento, decidieron quitarse las máscaras, o sea, entraron "sin-cera". Y este es el origen de esta hermosa palabra.
No estoy seguro que es verdadero o no el origen de la palabra - decidí restringirme y no buscar las respuestas. La razón es que, independiente si es verdadero o no, ser sincero o sincera es exactamente esto: quitar la "cera" que impide que otros nos conozcan tal como somos.
Hay dos problemas con la sinceridad y tenemos que solucionarlos para que funcione:
1. ¿Realmente reconocemos quienes somos? ¿Quién soy yo, de verdad? Porque de lo contrario, quitamos una máscara solo para usar otra. Por ejemplo, como soy sincero voy y le digo a mi jefe lo que REALMENTE pienso de él, lo que resulta en que me eche de la empresa... Si me conociera a mí mism@, me daría cuenta que lo que me molesta de esta persona es que tiene defectos que... YO TAMBIÉN TENGO, pues es un principio sencillo que solo puedo reconocer en otro lo que realmente tengo en mí mism@.
2. La forma... En mi experiencia, las personas que han sido sinceras conmigo no han sido muy amables y la impresión que retengo de ellas es la falta de comprensión y cuidado, no el acto de sinceridad.
La real sinceridad - que también he presenciado - provoca realización, reconocimiento y recuperación, o sea, las palabras dan poder. Si la sinceridad no fue verdadera, estas mismas palabras desapoderarán a la otra persona y la harán sufrir; simplemente harán que la persona se quite una máscara y se ponga otra.
Si quieres experimentar la sinceridad verdadera...
1. Si ves que tu jefe está haciendo algo malo, verifícate primero: lo que veo en esta persona, ¿de qué forma está presente en mí? Al haber esa realización, es decir, al reconocer internamente lo que está pasando externamente, es más fácil sentir misericordia por ese individuo y ayudarlo, en vez de criticarlo o confrontarlo.
2. Antes de hablar algo a la otra persona, recuerda lo mejor que este ser humano te ha brindado: una sonrisa en un momento que no te sentías bien, cooperación para realizar algo... Por más pequeño que sea el acto, este recuerdo ayudará que la sinceridad se exprese de forma constructiva y no negativa.
En realidad, la palabra en mandarín para sinceridad es Cheng-gyi, que puede ser traducido como "ser verdader@ con gentileza".
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