La exigencia desde el trabajo no empieza en nuestros trabajos en particular, sino que la cultura en la que vivimos valora como algo positivo estar cansadas, saturadas a mil, haciendo mil cosas. Entonces si querés hacerte espacio pueden aparecer las críticas, las miradas desaprobatorias y los reclamos. En mi camino me dijeron varias veces que para crecer y hacerme un lugar en mi carrera me tenía que imponer, tenía que ser más ruda, más agresiva, más competitiva ¿Les suena?
El punto es que no hace falta gritar, ni ser ni agresiva para que crezcas en tu carrera profesional, para que tu emprendimiento despegue. No hace falta que dejes de ser vos. Que sientas que te traicionás a vos misma o que seas una en el trabajo y otra en casa con amigos y familia.
En este episodio conversamos sobre este tema que puede generar culpa, enojo y hasta ganas de dejar ese trabajo que tanto nos apasiona y también les dejo un ejercicio muy poderoso para comenzar a brillar sin gritar ni dejar de ser vos.
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