Habiendo continuado mis estudios de teología espiritual, creo que estoy interpretando espiritualmente el Evangelio: ese pan ha llegado a todos, simplemente porque Jesús enseñó a los apóstoles a compartirlo. Esta es la palabra clave: compartir. Por otro lado, Dios crea tiempos y lugares de pobreza para que los hombres aprendan a ayudarse unos a otros. Y Jesús en ese desierto hizo exactamente eso.