Por eso hoy nos dice: ¡Si no quieres ser juzgado, no juzgues! Si no quieres ser condenado, ¡no condenes! Si quieres ser perdonado, ¡perdona! ¡Si quieres conseguir un buen ajuste, dale un buen ajuste a los demás! ¡No esperes a que el otro tome la iniciativa, sino tómala y empieza ya! ¡Y verás que lo es!