El cambio de sexo
El cuerpo humano, según el Catecismo de la Iglesia Católica, participa de la dignidad de la "imagen de Dios". Esta verdad es crucial al abordar el tema del cambio de sexo. El ser humano es una combinación inseparable de cuerpo y alma, y el cuerpo refleja la interioridad del alma y las relaciones humanas. La dignidad del cuerpo y la persona es inherente y se manifiesta especialmente en su condición sexual. Papa Francisco subraya que la creación debe ser recibida como un don y que debemos respetar nuestra humanidad tal como ha sido creada. Por lo tanto, cualquier operación de cambio de sexo corre el riesgo de violar esta dignidad, aunque se reconoce la posibilidad de intervenciones médicas para resolver anomalías genitales.
La violencia digital
El avance de las tecnologías digitales, aunque ofrece beneficios para la dignidad humana, también facilita la explotación, la exclusión y la violencia. Es fácil dañar la reputación de una persona con noticias falsas y calumnias. Papa Francisco advierte que la comunicación no debe confundirse con el mero contacto virtual, ya que el entorno digital puede llevar a la soledad, manipulación y explotación. Los medios digitales pueden generar dependencia, aislamiento y pérdida de contacto con la realidad, dificultando relaciones interpersonales auténticas. La violencia en las redes sociales, como el ciberacoso, y la difusión de pornografía y explotación sexual, representan el lado oscuro del progreso digital.
