En este mes de agosto, dedicado a la familia, y en este día tan especial en que celebramos a las madres, no podemos quedarnos solo en las palabras bonitas ni en las imágenes perfectas. La madre no es un adorno en la historia familiar. Ella es el pilar silencioso que sostiene, el corazón que late incluso cuando el resto se duerme, la voz que alienta aunque su propia alma esté cansada.