El Evangelio según San Lucas, capítulo 1, versículos 26-38, narra la historia de la Anunciación del ángel Gabriel a María, informándole que ella sería la madre de Jesús, el hijo de Dios. Este pasaje es uno de los más importantes en la tradición cristiana, ya que marca el comienzo del relato del nacimiento de Jesús.
La narración comienza con el ángel Gabriel siendo enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret para anunciar a María que había sido elegida para ser la madre de Jesús. Gabriel le dice a María que el Espíritu Santo descenderá sobre ella y que el niño que nacerá será llamado el Hijo de Dios.
María, inicialmente asustada y confundida por el mensaje del ángel, pregunta cómo puede ser posible ya que ella es virgen. Gabriel le explica que nada es imposible para Dios y le informa que su prima Isabel también ha concebido un hijo en su vejez. María acepta la voluntad de Dios y responde con las palabras que se conocen como el "Magníficat".
Este pasaje es significativo para los cristianos porque marca el comienzo de la vida terrenal de Jesús y establece la importancia de la fe y la aceptación de la voluntad de Dios. Además, la respuesta de María al mensaje del ángel es considerada un modelo de humildad y obediencia a Dios para los creyentes.
