El pasaje que mencionas, Jn 8, 21-30, es un fragmento del Evangelio de Juan en el Nuevo Testamento de la Biblia. En este pasaje, Jesús está hablando con los fariseos en el templo de Jerusalén. Los fariseos eran un grupo religioso judío que seguían la ley y las tradiciones de la religión de Israel. En este momento de la historia, los fariseos y otros líderes religiosos estaban en conflicto con Jesús y sus enseñanzas. Este pasaje comienza con Jesús hablando a los fariseos y diciéndoles que se va a ir y que ellos no podrán ir a donde él va. Los fariseos no entienden lo que Jesús quiere decir y le preguntan si va a suicidarse. Jesús responde que ellos no son de este mundo, pero que él sí lo es. Luego les dice que si no creen en él, morirán en sus pecados. Los fariseos le preguntan quién es él y Jesús responde que es el que ha sido enviado por Dios. Este pasaje continúa con Jesús hablando con los fariseos y otros judíos que habían creído en él, discutiendo su relación con Dios y su identidad como el Hijo de Dios.