"Ruah" es una palabra hebrea que significa "aliento", "viento" o "espíritu". En la tradición judeocristiana, "Ruah" se refiere al Espíritu Santo, la presencia divina que inspira, guía y vivifica. Este término aparece en el Antiguo Testamento para describir el poder de Dios en acción, desde la creación del mundo hasta la inspiración de los profetas. En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo continúa su obra, manifestándose en la vida y misión de Jesús y en la formación de la Iglesia. La "Ruah" simboliza la fuerza transformadora de Dios, que nos impulsa a vivir con fe y amor.