Este episodio trata de temas que pueden ser detonantes para algunas personas.
Tengo muchos años de conocer a Jose. Al principio no me hacía mucha gracia porque es creyente y, peor, es pastor. Pero sin proponérselo ni haber hablado directamente conmigo, Jose me enseñó a ser más tolerante. A que las cosas no tienen que ser blanco y negro todo el tiempo. ¡Cuánto podríamos beneficiarnos como sociedad si entendiéramos eso, ahora que todo está tan polarizado y las redes sociales hierven con trolls beligerantes!
Hace más de una década, Jose fundó Interludio, una comunidad de fe abierta, inclusiva y tolerante, que evita a toda costa dar respuestas. Básicamente, es un lugar donde Jose facilita la reflexión sobre todo tipo de temas, muchas veces temas en los que normalmente la religión no se mete y que los ticos hemos jurado ignorar ad infinitum. Y claro, eso le ha generado muchísima resistencia a Jose, y yo creo que se necesita ser muy pero muy valiente para atreverse a seguir adelante.
Y esa es la vulnerabilidad de Jose. Él dice que sin vulnerabilidad no hay intimidad, porque la vulnerabilidad es presentarse tal como uno es. Es no tener miedo de ser uno mismo. Suena fácil, pero eso de exponerse a críticas y humillaciones por sencillamente ser quien uno es… puede doler mucho.