Cuando recibimos a Jesús él nos da su Espíritu Santo para que podamos tener una relación y comunión con él constante.
Cuando lo recibimos, él nos da el poder para contarle a todo el mundo lo que ha hecho por nosotros, y así poder expandir su reino a todas las naciones.
También nos da el poder de dar fruto y crecer, y poder ser disciplinados en cualquier área de nuestra vida. Con respecto a la iglesia, nos brinda una visión, y capacidad para guiar y servir a los demás, entre otras cosas.
No te quedes sin experimentar al Espíritu Santo!