"Puedes encerrar a los mensajeros pero no puedes limitar el mensaje" La religiosidad encuentra su seguridad en los números, en los formalismos, y en la tradición. Al igual que les sucedió a Pedro y a Juan, hoy en día la sociedad intenta censurar la verdad porque su prioridad es el poder. Debemos recordar que como creyentes, nuestra seguridad está en el Espíritu Santo.