Cuando nos conocemos a nosotros mismos aprendemos a valorarnos, nos aceptamos como somos y nos amamos. Aprovechamos el tiempo edificando sobre nuestras fortalezas. No nos comparamos con los demas, porque sabemos que si nos comparamos con los demas tendemos a sufrir dos sintomas. O nos sentimos superiores, o nos sentimos inferiores y estamos claros de que eso no es bueno para ninguna persona en crecimiento. La comparacion debe ser con nosotros mismos dias tras dias.