La improbabilidad de las palabras como forma que tenemos para comunicarnos como humanos, además de conectarnos son otra forma de aliento.
Visto desde otro punto, al hablarnos entre nosotros quizá le atinemos o no, pero ese hecho de compartirnos vida a través de aquello que nos decimos, habla más que las palabras en sí.
Hablarnos es regalarnos y compartirnos la vida con el otro.
¿De cuántos alientos estaremos hecho humano?