La agricultura protegida en México ha tenido un gran desarrollo, pasando en cinco décadas de apenas unas cuantas hectáreas a más de 77,000 hectáreas. Estamos hablando de superficie de invernaderos, túneles, mallas y casas sombra, las cuales se han vuelto indispensables para ciertos cultivos.
El tomate es el cultivo que más superficie presenta bajo agricultura protegida, y otras hortalizas son pepino y pimiento. En el caso de frutas la manzana es la que más destaca, aunque las berries también son relevantes (fresa, zarzamora, frambuesa y arándano).