Las presentaciones comerciales de micorrizas más efectivas son las que combinan esporas viables con portadores inertes que facilitan la aplicación y supervivencia en el suelo. Los formatos granulados y líquidos destacan por su fácil manejo, alta concentración y capacidad de adaptación a diferentes métodos de siembra.
Los productos en polvo permiten una dosificación precisa y rápida disolución en agua para aplicaciones foliares o por goteo. Sin embargo, su efectividad depende de la compatibilidad con otros insumos agrícolas, así como de la correcta conservación y condiciones de almacenamiento.