La serenidad es un estado físico y mental que nos permite una actitud adecuada y autoprotectora ante lo que nos ocurre. Se identifica con sensaciones de calma, capacidad para observar cómo estamos respirando, capacidad para analizar la información con claridad, pensamientos ajustados al tema y a la situación que estamos abordando, sensación de capacidad para tomar decisiones y para asumir las consecuencias de esas decisiones.