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¡Hola! Welcome to Spanish in Five. Hoy les voy a contar la historia de un aniversario de matrimonio. Here are some of the words you will hear: panadería, which means bakery; mariposas, which means butterflies; iglesia, which means church; and cocina, which means kitchen.

Esta semana fue el aniversario de matrimonio número 50 de Clara y José. Clara y José se conocieron en febrero de 1971, en un pequeño pueblo del caribe llamado Macondo, que en esa época tenía solo 12,000 habitantes. Clara tenía 16 años, era muy buena para las matemáticas, y trabajaba en la panadería de sus padres los fines de semana. José tenía 18 años, y sus padres lo mandaban a comprar pan todos los sábados por la mañana. José era muy tímido, pero un día, después de pagar, le entregó a Clara una nota que decía: “¿quieres ir a cine esta noche?” Clara les dijo a sus padres que iba al cine con su amiga Daniela. Ahí empezó todo. En Macondo había muchas mariposas amarillas, pero esa noche, en el cine, Clara sintió mariposas en su estómago.

En esa época, las costumbres eran muy diferentes, y Macondo era un pueblo muy conservador y muy católico. El noviazgo duró dos años y fue, por supuesto, al escondido. El padre de Clara quería que ella se casara con el hijo de la familia Buendía, una de las familias más ricas del pueblo. Cuando José le dijo al padre de Clara que se quería casar con ella, el señor le contestó: “¡ni en sueños! ¿Un escritor casarse con mi hija? ¿Cómo la vas a sostener?” Pero la madre de Clara convenció a su esposo. El matrimonio fue en la iglesia del pueblo, el 14 de febrero de 1973.

Para su primer aniversario, José le dijo a Clara que le tendría una sorpresa esa noche. Tenía música romántica, y el comedor estaba lleno de rosas. Había sobre la mesa una botella de vino tinto francés. Pero cuando José trajo la cena de la cocina, pollo con salsa de champiñones, Clara, con una expresión de disgusto, se paró y se fue al cuarto. José había olvidado que a Clara no le gustan los champiñones. Para el quinto aniversario, José preparó un viaje a Europa. Todo estaba listo. Cuando llegaron al aeropuerto, la empleada de la aerolínea les pidió sus pasaportes. Clara entró en pánico. Como ella era más organizada que José, ella siempre estaba a cargo de los pasaportes. Pero los había olvidado en su mesa de noche. Perdieron su vuelo, y perdieron su viaje a Europa. José estaba muy enfadado y no le habló durante una semana entera.

Clara y José tuvieron tres hijos, y ahora tienen ocho nietos. La nieta mayor, Emilia, tiene diez años. Durante una reunión familiar para celebrar el gran aniversario, les preguntó: “¿abuelos, cómo hicieron para durar tanto tiempo casados?” Clara le dijo: “con amor incondicional, buena fe, y mucha paciencia.” José añadió: “exactamente. Si no puedes ir a Europa porque tu pareja olvidó los pasaportes, no te preocupes. Ya habrá otra oportunidad. Y no olvides que el hombre siempre tiene la última palabra. Cuando su esposa dice algo, el sólo contesta: ’sí, mi amor.’” Clara contestó, un poco triste: “pero no hubo otra oportunidad. Nunca fuimos a Europa.” Entonces, José reveló su sorpresa: “Nos vamos a París la otra semana. Tengo todo listo. Pero esta vez, ¡yo me encargo de los pasaportes!”