Estamos en la serie "El Secreto para ser Feliz" basado en una carta real, escrita hace mas de 1900 años atrás, es la carta a los Filipenses.
La vida cristiana es una larga caminata que comienza con la salvación y termina en el cielo, y a lo largo del camino hay obstáculos que debemos superar y peligros que evitar. Uno de esos peligros es la mina o explosivo espiritual del orgullo.
Es como un artefacto explosivo que ha sido enterrado en la tierra para causar gran daño; el orgullo puede estar escondido y sin identificar en nuestro corazón, causando un gran daño espiritual tanto en nuestra vida como en nuestra relación con el Señor.
Filipenses 2:3, “No hagan nada por egoísmo o vanidad.” Pablo dice que hay dos tipos de orgullo que crean conflicto. Uno de ellos es el egoísmo y el otro es la vanidad.
Déjame explicarlos de otra forma. El egoísmo te dice, todo se trata de mí, y la vanidad significa, siempre tengo la razón. Así que cuando tienes esas dos actitudes, todo se trata de mí y siempre tengo la razón, tú tienes egoísmo y vanidad.
Pablo dice, si quieres tener felicidad, debes tener armonía, y si quieres tener armonía, debes tener humildad. Así que nunca dejes que el orgullo te guíe.