Hablar de los demás siempre es más fácil que hablar de uno mismo.
Hay una imagen muy linda que demuestra que cuando tú señalas a alguien, cuando ves tu mano, te das cuenta que tres dedos te voltean a ver a ti. ¡Haz la prueba!
Creo que cada vez que me escuchas por ahí puedes notar que hablo del niño interior. Y lo voy a dejar ahí para completarlo con un: lo que te choca, te checa.
Nos vemos en el podcast.
Con cariño, Em.
PD: te dejo la liga del manual para hacer que las cosas pasen; https://emily-s-school-2ca2.thinkific.com/courses/haz-que-pase