Este tema lo hemos hablado mucho internamente. En los futbolistas, en los técnicos, en los profesionales. El ego es una influencia negativa que puede hacer que una persona pierda mucho lugar de conquista, no tan solo en la faz deportiva, sino en la faz familiar o en el círculo íntimo con sus amigos, o en todo lugar donde él quiera llegar.
Muchas veces el ego termina siendo lo que se antepone a la humildad. Y la palabra dice que Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Por lo tanto, en un hombre egocéntrico nunca va a haber un respaldo de Dios en su vida.