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No solo las pasiones sexuales pueden ser desordenadas, lo son también las pasiones de ambición de dinero, ce poder o fama. Estas pasiones te roban la paz, te hacen vivir con inquietud y no te dejan escuchar a Dios.

Mortifica tu cuerpo con ayunos o sacrificios cuando te llegue la tentación de ellas. No dejes que te dominen, sino con la ayuda de Dios domínalas tú a ellas. Las herramientas para dominarlas son la oración, el ayuno (sacrificios) y el enfocarnos en el amor a Dios y al prójimo.

LA AMBICIÓN Y LA AVARICIA NO PERMITEN VIVIR EN PAZ

El soberbio y el avariento nunca están tranquilos, en cambio el sencillo y el humilde de espíritu viven en mucha paz.

El que no rechaza las tentaciones pequeñas fácilmente cae en las grandes.

Escuchemos a Jesús hablando de la ambición y la avaricia:

Luk 12:16 Dijo Jesús: "Había un hombre rico, al que sus campos le habían producido mucha cosecha.

Luk 12:17 Y se puso a pensar: ¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mis abundantes cosechas.

Luk 12:18Y se dijo: ya sé! Haré lo siguiente: derribarémis graneros y construiré otros más grandes; allí guardarétodo mi trigo, todas mis reservas.

Luk 12:19Entonces me diré a mí mismo: Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo muybien.

Luk 12:20Pero Dios le dijo: "¡Pobre loco! Esta misma noche te van a reclamar tu alma. ¿Quién se quedará con lo que has preparado?"

Luk 12:21Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular para Dios.

Tenemos otra cita de Jesús donde nos dice como el amor al dinero y el amor a Dios son opuestos:

Mat 6:19 No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban.

Mat 6:20Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar.

Mat 6:21Pues donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Y en seguida nos dice Jesús:

Mat 6:24 Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.

Como lo hemos explicado varias veces en nuestras escuela de vida Espiritual de Misioneros del Amor de Dios. Dios no está en contra de tener dinero, Dios está en contra de amar al dinero más que al prójimo, más que a Dios, más que hacer su santa voluntad.  En otras palabras, Dios está en contra de uno de los pecados más comunes en los hombres que es el enamorarse del dinero o del trabajo para obtener más dinero del necesario para vivir.

Qué bueno sería que todos fuéramos millonarios y usáramos esos millones para ayudar a los pobres, no solo en dar a nuestros seres queridos.