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A Vivir con Él.
Debo aclarar que esto solo lo hace con sus amigos, con los privilegiados
que han aceptado su invitación a ser ovejas de su rebaño, no con
aquellos que declaradamente lo rechazan o lo ignoran.


Habemos
personas que somos un poco tercas. Queremos hacer nuestra voluntad
siempre; incluso con Dios, queremos que se acople a nuestras ideas,
nuestros deseos. Y Dios no es puede dejar de ser Dios para adaptarse
a las ideas imperfectas y a veces erróneas de sus hijos.


Precisamente
porque Dios me ama, me quiere y desea tanto mi salvación y felicidad
en esta tierra, a veces va a arrancarme cosas a las que estoy apegado
pero que, o me está haciendo mal o no me dejan crecer, me tienen
estancado.


Puedo
recordar a amistades y hasta familiares que se han alejado de mi en
la vida y al principio me dolió mucho, pero luego vi que comencé a
crecer cuando se fueron, o tuve más tiempo para dedicarme a Dios y
lo que me manda, me di cuenta que me sentía obligado a darles tiempo
y atención a estas personas que muchas veces no lo valoraban y ni
siquiera les hacía bien porque no querían ser mejor. Me recuerdo de
la frade de Sancho Panza: “ Amigo que no da y cuchillo que no
corta, si se pierde ni importa”


A
veces lo que Dios nos tiene que arrancar para que crezcamos y nos
pueda dar él algo mejor es un trabajo, un amigo o familiar, una
posesión material y a veces hasta la salud del cuerpo. Dios siempre
quiere lo mejor para sus hijos aunque a veces no nos guste lo que nos
da o lo que nos quita que es por nuestro propio bien.


San
Ignacio de Loyola (Siglo XVI) el fundador de los Jesuitas era un
militar importante y de influencia política, se sentía muy
orgulloso de su talento, progreso y capacidades. Y una vez en una
guerra, una bomba casi lo mata y le rompió una pierna e hirió la
otra. Perdió su salud y su capacidad de caminar por mucho tiempo.
Estuvo convaleciente sin saber qué hacer, y allí en la cama comenzó
a abandonar sus ambiciones de triunfos y batallas mundanas por el
deseo de conocer a Dios y liar batallas para Dios. Hizo mucho bien
con su conversión y hasta la fecha seguimos cosechando los frutos de
su obra y de su entrega. Dios le quitó algo para darle otra cosa
mucho mejor…


De
hoy en adelante, cuando te sientas triste o desconsolado porque has
perdido algo o alguien pregúntate: ¿Qué me quiere Dar Dios? Y ¿Qué
me quiere enseñar o en qué me quiere formar?

2Corintios 1:3-4
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre
misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en
todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de
Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los
que sufren.

Y recuerda que a los que sufren la cruz con Cristo, reciben con él su
resurrección desde esta vida, y
muchas veces, y con mayor razón en la vida eterna.

2Corintios 1:5 Pues, así como participamos abundantemente en los
sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos
abundante consuelo.

CÓMO OFRENDAR O DAR MI DIEZMO PARA AGRADECER A DIOS y SER UN FINCADOR DEL
REINO DE DIOS

1.-
PAYPAL:
Con tarjeta de débito o crédito o paypal, presionando el siguiente
enlace:

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2.-
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3. Donaciones vía VENMO
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