A veces me desespero porque trato de evitarle males a la gente al darles un consejo. Y veo sobre todo con los jóvenes que no importa cuanto les digas que los quieres ayudar te ignoran completamente y van y cometen precisamente el error o errores del que los quería prevenir. Vienen después llorando, golpeados de la vida, a veces después de muchos años de sufrimiento y dolor.
Pienso para mi: “si me hubieras hecho caso cuando te aconsejé que no lo hicieras, o que te alejaras de esa persona” no habrías sufrido todos estos años; pero necesitabas golpearte mucho para comenzar a escuchar buenos consejos y evitar caer en más hoyos en tu vida.
Cuando el alumno está listo aparece el maestro…
Algo así le pasó a la Samaritana cuando después de 5 maridos y una vida de desorden y dolor se encontró con Jesús. ¿Por qué no vino Jesús u otro profeta antes? Porque ella no estaba lista. Si Jesús le hubiera dicho algo cuando iba en el 2o o 3er marido no le hubiera hecho caso. Pero después del 5o como que por fin entendió y aunque de manera un tanto renuente, se puso a escuchar a Cristo y entonces toda su vida cambió.
No solo cambió su vida sino que Dios la utilizó como instrumento para cambiar las vidas de mucha gente de su pueblo…
Cuando tú te acercas a Cristo no solo tú eres bendecido, sino otras personas a través de ti también. Y no siempre son los más cercanos a ti como tu familia y amigos, sino aquellos que estén dispuestos a escucharte a ti conforme les hablas de Jesús.
Jesús tenía sed de agua, pero ella tenía sed de amor; Y lo buscó en varios hombres y no lo encontró. Fue hasta que encontró a Cristo que él le pudo saciar su verdadera sed que era del amor de Dios, de sentido para su vida, de luz para su camino, de paz para su alma.
Yo quisiera ya no frustrarme cuando invito a personas a hacer oración diaria, a asistir a la iglesia y comprometerse para fincar el Reino de Dios en sus vidas y en las de muchos más. Pero tal vez esa sea la historia de todo evangelizador, vivir viendo a personas que no quieren salir de su hoyo, que no quieren cambiar, que no quieren ser bendecidos, que prefieren tropezar.
CÓMO OFRENDAR O DAR MI DIEZMO y SER UN FINCADOR DEL REINO DE DIOS
1.- PAYPAL: Con tarjeta de débito o crédito o paypal, presionando el siguiente enlace:
https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-xclick&hosted_button_id=KNMVR8EQ37N9W&source=url
2.- ZELLE aplicación en el teléfono o a través de su banco a Nombre de : Familias Unidas, email: Misionerosdelamordedios.org@gmail.com
3. Donaciones vía VENMOa @midad