no es para siempre
Muchas veces les comparto mis enseñanzas basado en lo que estoy viviendo, en lo que me está pasando a mi o a las personas a las que yo ministro.
En estos días varias personas muy queridas mías de mis comunidades y familia están pasando por luchas de salud. Me la paso orando por cada uno de ellos y pongo mi confianza en Dios, pero por lo pronto a veces parece como si el enemigo ganara pero sabemos que no gana al final.
Por otro lado quitamos el techo de la iglesia porque vamos a poner uno nuevo, y en cuanto lo quitamos, después de mucho tiempo de que no llueve y contra los pronósticos, llovió toda la noche, El segundo piso se inundó en varias partes, no sabemos todavía todo lo que tendremos que hacer, estamos haciendo estudios, probablemente cambiar partes si no es que todo el piso, costos de muchos miles de dólares que no estaban planeados encima del costo del techo nuevo para el que todavía no han querido ofrendar muchos de la comunidad porque todavía hay aquellos que buscan cómo darle lo menos posible a Dios.
No sabemos de donde va a salir el dinero pero estoy seguro que Dios va a mover corazones y nos hará salir adelante.
Cabe pensar en estos momentos que el diablo está ganando, que ante estas calamidades y otras él va a triunfar, pero la experiencia cristiana de miles de años comenzando con Jesús cuya resurrección todavía estamos celebrando, junto con mis experiencias personales donde he visto una y otra vez que Dios al final siempre gana me hacen pensar diferente.
Dios le permite al enemigo ganar algunas batallas, en lenguaje futbolístico le permite meter algunos goles contra los hijos de Dios, pero el marcador final siempre es a favor de Dios y los suyos. En el momento no lo podemos ver, en medio de la tormenta no brilla el sol, la lluvia y el viento intensos junto con los rayos nos hacen pensar que todo se va a acabar, que estas enfermedades nos van a derrotar, que estas dificultades económicas nos van a dominar pero vemos y veremos una y otra vez que AL FINAL DIOS Y LOS SUYOS SIEMPRE GANAN
Una y otra vez podemos ver la verdad de las palabras de Dios en Romanos 8:28 Todo acontece para bien de los que aman a Cristo, dicho de otra manera: “Dios permite que pasen todas las cosas, buenas y malas para bien de los que aman a Cristo”. Porque Dios tiene el gran poder de usar lo malo para sacar cosas buenas.
Te pongo un examen que seguido les pongo a mis Misioneros: “Haz memoria y recuerda cómo las cosas más grandes y buenas que ten han pasado en la vida te sucedieron después de una tragedia o de un gran dolor”.
Hay unas personas en las que el diablo sí gana el marcador final, y estos son los que rechazaron a Dios, a los que seleccionaron vivir una vida de pecado, o sea, ser sirvientes del maligno. Estas personas son posesión de él porque ellos se le entregaron, y por un tiempo los hace sentir que está de su lado y hasta les evita algunos males que él mismo da a los hijos de Dios, pero al final les pagará como él paga, burlándose de sus servidores los destruirá completamente y se los llevará a la condenación eterna.
Si quieres conocer un poco más de esto, lee las parábolas del juicio final en el evangelio de San Mateo capítulos 24 y 25.