Esto le pasa a todo mundo. Y nos puede pasar desde que somos niños, amamos a un compañero/a en el kinder o primaria pero él no nos quiere igual, luego en la adolescencia cuando tenemos sueños románticos con alguien que nos gusta mucho, o en los trabajos, con los amigos, y hasta con los hijos es muy común que nos pase; los amamos pero ellos no nos aman igual.
La reacción natural y humana es de molestarnos o frustrarnos con el que amamos y dejar de amarlo. La verdad es que si puedo así de simple dejar de amar a alguien, lo que yo tenía por esa persona no era un amor incondicional. Y lo que debemos darnos cuenta es que definitivamente, tampoco era un amor Cristiano.
Debemos grabarnos algo: El que ama de verdad, aunque muchas veces sea lastimado, tiene paz y felicidad en su corazón. Y el que decide no amar incondicionalmente muchas veces se va a llenar de amargura o hasta resentimiento lo cual nos lastima a nosotros mismos.
¿Por qué crees que Jesús nos insiste en amar no solo a todos, incluyendo los que no nos aman, sino hasta a los enemigos? Porque sabe que si lo hacemos no solo nos pareceremos al Padre celestial Mt. 5, 45, sino que al igual que Dios, tendremos el gozo y la paz interior que Dios tiene aún cuando nos hieren.
Por esto mismo dice Jesús:
Mateo5:43 "Ustedes han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.'
5:44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,
5:45 para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.
5:46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hastalos recaudadores de impuestos?
5:47 Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles?
5:48 Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.