Vemos clara y repetidamente en los evangelios que Jesús se enamoró y vivió enamorado; ¿de quién? De su Padre celestial.
Me da risa cuando personas mundanas sacan teorías a veces inflamadas por novelas muy llamativas, pero al fin y al cabo solo novelas como El Código da Vinci”de Dan Brown en el 2003, donde da a entender que Jesús estaba enamorado de una mujer, de María Magdalena ni más ni menos, y que se casó con ella. Otra novela que influye esta idea fue una de Nikos Kazantzakis que la hicieron película en 1988 donde también hacen ver que en un sueño Jesús se casa con María Magdalena y tienen hijos y forman una familia.
Aunque no hubiera tenido nada de malo si Jesús se hubiera casado y tenido una familia es claro que Jesús estaba dedicado de corazón y vida a una misión mucho más grande que simplemente ser un hombre “normal” de acuerdo al mundo.
¿Sabía Jesús en su vida que él era el hijo del Padre celestial? Todo parece indicar que al principio no, es algo que tuvo que descubrir conforme comenzó a crecer en la vida espiritual a orar y meditar gracias a la educación religiosa de sus padres José y María. Tenemos una cita bíblica que nos lo revela, cuando encontraron en el templo al niño Jesús que se había perdido y regresó con sus padres, nos dice San Lucas: 2:51 Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió sujeto a ellos. Pero su madre conservaba todas estas cosas en el corazón.
2:52 Jesús siguió creciendo en sabiduríay estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente.
¿Qué me enseña a mi hoy esta reflexión? Que el amor y enamoramiento más grande que se puede tener en esta vida es el amor a Dios. Podemos y debemos tener amor a nuestras familias, a la familia de Dios y al mundo entero, pero ningún amor se compara con el amor de y hacia Dios.
Hoy puedo preguntarme yo y meditar:
1.- Haciendo un recuento de mi vida, ¿quienes han sido mis amores? Y ¿quien o quienes son mi amor principal hoy en día?
2.- Puedo decir que Jesús y mi Padre celestial son mi amor principal? O tengo más amor por alguien o algo más?
No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. 1 Juan 2:15
Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre. Juan 16:28
¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. Juan 20:21
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. Colosenses 3:17
Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Juan 14:6
Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Juan 14:13