LA INCONSTANCIA DE LAS EMOCIONES
La mayoría de la gente se deja influenciar demasiado por sus emociones. Si se sienten bien actúan bien si se sienten mal actúan mal.
Otros se frustran porque quisieran siempre tener emociones positivas y con molestia se dan cuenta que tienen a veces, o seguido emociones negativas como tristeza, depresión, enojo, coraje, etc.
Entendamos dos cosas el día de hoy:
1o- Tú tienes mucho control de tus emociones si quieres y si sabes cómo. Te aconsejo que escuches en Youtube u otro medio nuestro curso de CREADOS PARA SER FELICES o 3 MÉTODOS PARA ELIMINAR EL DOLOR MENTAL, o MENTE SANA EN CUERPO SANO, etc. https://studio.youtube.com/channel/UCudkth9D8RENaKQrHTJAR2w/playlists.
Y 2o las emociones no tienen porque controlar tus acciones. Me sienta yo bien o me sienta mal yo puedo escoger siempre si voy a actuar bien, con el amor Cristiano o mal con el interés mundano.
Grandes errores y hasta crímenes se han cometido en la vida por personas que sobre reaccionaron durante una emoción o pensamiento negativo como los dictadores de la historia o algunos líderes modernos que hacen guerras y atrocidades por ambición de dinero, posesiones o tierras. Por otro lado también piensa en personas que hicieron promesas incumpibles durante una emoción positiva o apasionada. Piensa en Herodes y su hijastra. Mc. 6: 23 o en el compadre que bajo la torpeza del alcohol promete cosas que luego no puede realizar.
En otras palabras, Dios nos hizo más capaces de dominar nuestras acciones de lo que nosotros a veces pensamos o queremos practicar.
Pero una cosa es cierta: Las emociones son cambiantes, un día amanecemos bien y otro mal, un momento estamos tristes y otro felices, y no nos debemos dejar influenciar tanto por ellas.
Escuchemos lo que nos dice el libro Imitación de Cristo:
Capítulo XXXIII: De la inconstancia del corazón, y que la intención final se ha de dirigir a Dios.
Jesucristo:
1. Hijo, no le hagas mucho caso a tus deseos; pues hoy es uno y al rato se cambia en otro. Mientras vivas, estás sujeto a cambios aunque no quieras, porque a ratos estás alegre, luego triste, ya sosegado, ya turbado, ya devoto, ya indevoto, ya diligente, ya perezoso; ahora pesado, ahora liviano. Mas el sabiobien instruido en el espíritu, es superior a estos cambios: no se fija en lo que siente dentro de sí, ni de que parte sopla el viento de la inestabilidad; sino dedirigir toda la intención de su espíritu al debido y deseado fin.
Porque así podrá permanecer siempre él mismo e ileso en tan variados casos, porque dirige su mirada a mi sin cesar en su sencilla intención.
2. Y cuanto más santa sea su intención, tanto más estará constante en medio de las diversas tempestades.
Pero en muchas cosas se obscurecen los ojos de la pura intención, porque se mira fácilmente a lo que se presenta como deleitable y placentero. Así es, que rara vez se halla quien esté enteramente libre de la mancha de su propio interés. De este modo, los judíos en otro tiempo vinieron a casa de Marta y María en Betania, no sólo por ver a Jesús, sino también por curiosidad para ver a Lázaro, Jn 12: 9. Se deben, pues, limpiar los ojos de la intención, para que sea sencilla y recta, y se enderece a Mí sin detenerse en los medios.