EL CONOCIMIENTO DE DIOS Y LA FORMACIÓN EN LA FE SON TRANMITIDOS DE UNOS A OTROS
Para ser cristianos necesitamos conocer a Cristo, y el conocimiento de Cristo no es algo que se da en los árboles, se recibe a través de la predicación de otros Cristianos, desde tus Padres hasta las maestras catequistas y los Sacerdotes, Diáconos y predicadores en la Iglesia. Así lo decidió Cristo cuando nos dejó Apóstoles y una Iglesia. Quiere Dios que al igual que los alimentos del cuerpo donde unos a otros nos los damos y compartimos, sea así con el alimento del alma, que unos a otros nos lo compartamos.
Es por eso que desde el bautismo se nos dice en la Iglesia que somos llamados a ser Profetas. O sea, predicadores de la palabra de Dios, eso es lo que es un profeta.
San Pablo le dijo a Timoteo en 2Tim 2:2 Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros.
Cuando nos hablan de Dios comenzamos a CONOCER de Dios, pero es solo cuando comenzamos a orar y participar en la Iglesia que nos llega el DON DE LA FE que es otra cosa. El don de la fe que viene directamente de Dios al corazón, es esa certeza y seguridad en el corazón no solo de la existencia sino de la presencia de Dios en mi vida.