No te enamores de ellos ni los busques con afán.
7. ¿Para qué quieres ver lo que no te conviene tener? Hay cosas que vale más la pena no estar viendo o deseando especialmente cuando no son benéficas o solo nos provocan al pecado de la envidia.
Hay gente que admira los bienes de otros y le da gusto que los tengan. Pero cuidado con los que los admiran y los envidian y a veces hasta coraje les da que los otros los tengan. Estos últimos caen en el pecado de la envidia.
EL mundo y sus placeres pasarán mas los seguidores de Dios para la eternidad permanecerán.
Los deseos sensuales nos llevan a un placer temporal; mas, pasada aquella hora, qué nos queda, sino pesadumbre de conciencia y derramamiento de corazón?
Meditemos: 1Jn 2:15 No amen ambiciosamenteal mundo ni lo que hay en el mundo. (no se enamoren de las cosas materiales)
Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1Jn 2:16Pues toda la corriente del mundo -la codicia del hombre carnal, los ojos siempre ávidos, y la arrogancia de los ricos- nada viene del Padre, sino del mundo.
1Jn 2:17Pasa el mundo con todas sus codicias, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
La salida alegre causa muchas veces triste vuelta, y la alegre trasnochada nos da una triste mañana. Así, todo gozo carnal entra blandamente; mas después, muerde y mata.
Después de cualquier diversión o placer malsano viene una resaca, una cruda moral y espiritual.
¿Qué puedes ver en otro lugar, que aquí no lo veas? Aquí ves el cielo y la tierra y todos los elementos, y de éstos fueron hechas todas las cosas.
