En la fe como en el proyecto de vida, MÁS IMPORTANTE QUE EL DESTINO ES EL CAMINO.
Claro que tienes que tener el destino bien definido, y espero que sea un destino de eternidad en gozo con Dios, pero una vez que lo definiste concéntrate en el aquí y el ahora, cómo tengo que vivir cada día para llegar a ese final que deseo. ¿Estoy viviendo con Jesús cada día? ¿Es él el centro de mi vida?
En la predicación de la Misa de hoy hablaremos de la ceguera espiritual que plaga a la mayoría de la gente. Porque su aquí y ahora está centrado en el mundo y las creaturas, no el Dios su Creador.
Hoy para nuestra oración podemos preguntarnos: ¿cuáles son las metas de mi vida? ¿Qué es lo que ando buscando? ¿Qué lugar tiene Dios en mis proyectos?
¿Me he propuesto quitarme un vicio? Qué bueno, ¿bajar de peso? Qué bien, ¿hacer ejercicio? Excelente. ¿Ahorrar dinero?, muy bien, Pero todos estos proyectos aunque son buenos y no debes dejarlos son solo los proyectos menores y efímeros, todo lo que consigas con ellos aquí se va a quedar. Y ¿qué tal de tu proyecto de eternidad? ¿Dónde quieres pasar toda tu eternidad? ¿Te estás preparando para ella? ¿Vas caminando con el dueño de la eternidad para que a tu muerte no haya ningún cambio sino solo una continuación?
¿Qué nos dice Jesús al respecto? Mat 6:33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su santidad, y todas estas cosas les serán dadas por añadidura.
