Un gran número de Cristianos se encuentran luchando por salir adelante en la vida, por trabajar y proveer para sus familias y a la vez tratando de no separarse de Dios, de ser buenos Cristianos sean Católicos o Protestantes.
Estas personas son muy de admirar porque es todo un reto el trabajar en el mundo sin perder el seguimiento de Cristo. A veces se cargan más para un lado (mundo) a veces más para el otro (Cristo).
El reto en este tipo de vida es el de Cristianizar al mundo. Hacer que Cristo reine en mi familia, en mi trabajo, en mi escuela. Hacer que todo lo que yo haga sea según la voluntad de Dios. Dar buen ejemplo a mis compañeros, tener una buena actitud aún cuando los demás no la tienen. Amar a los que no saben amar y más bien exudan desprecio y malestar. Todo esto es un gran reto pero para eso nos puso Dios en esta vida. Para ser Sal y Luz de la tierra. Recordamos lo que dijo Jesús en Mateo5,13 "Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? y a no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea. [8]
5,14 "Ustedes son la luz de este mundo...
Mateo5,16 Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.
No tienes que hacer cosas muy grandes, solo cada día y en cada oportunidad tratar de ser una luz para los demás. Recuerda la bellísima oración que llamamos de San Francisco:
Donde hay ofensa, que yo lleve el Perdón.
Donde hay discordia, que yo lleve la Unión.
Donde hay duda, que yo lleve la Fé.
Donde hay error, que yo lleve la Verdad.
Donde hay desesperación, que yo lleve la Esperanza.
Donde hay tristeza, que yo lleve la Alegría.
Donde están las tinieblas, que yo lleve la Luz.
Oh Maestro, haced que yo no busque tanto:
Ser consolado, sino consolar.
Ser comprendido, sino comprender.
Ser amado, sino amar.
Porque:
Es dando, que se recibe.
Perdonando, que se es perdonado
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.
