Así es en la vida, tenemos muchos conocidos pero pocos amigos de verdad, a veces solo uno/a.
Es válida la pregunta que me debo hacer a mi mismo: Qué es Jesús para mi? Mi amigo o mi conocido?
Quizá debemos primero distinguir los unos de los otros. Conocidos son las personas con las que nos encontramos o convivimos casualmente. Podemos saludarnos, platicar algo, pero nada personal y pronto despedirnos. Amigo/a por el otro lado es aquella persona con la que convivimos mucho más y de manera más personal o íntima. Es aquel/lla en quien yo confío, y se que estará allí para ayudarme si un día lo necesito igual que yo estaré para esa persona si me necesita.
Y aunque hay varios grados de amistad, todos anhelamos tener por lo menos un amigo/a íntimo. Esa persona que aunque no sea perfecta, con su existencia hace que nunca te sientas solo; puedes recargarte en su hombro y confiarle tus más íntimos pensamientos y sentimientos. Es una persona con la que convives lo más posible, deseas verle y pasar tiempo juntos, platicar, compartir sus vidas etc.
Ahora si puedo preguntarme: ¿Qué es Jesús para mi? ¿Un conocido o un amigo?
Y si descubro que solo creo en él y es un conocido para mi, a mi me toca decidir: ¿Quiero que sigamos siendo conocidos? ¿o quiero comenzar a ser su amigo? Eso implica pasar tiempo con él, convivir confiar, conversar con él lo más posible (oración) y darle lo mejor de mi.
Tenemos en los Evangelios que Jesús tenía miles de conocidos, lo seguían muchos de ellos, comían con él, lo escuchaban en sus predicaciones, pero solo tenía un puñado de amigos. Los 12 apóstoles, Lázaro, Marta y María, y tal vez solo ellos. Pero dentro de esos amigos tenía 3 que eran sus amigos más personales e íntimos, Pedro, Santiago y Juan.
Lo bueno es que para los discípulos de él, tenemos la opción de escoger si queremos ser sus amigos; y a algunos de nosotros nos puede invitar a ser sus amigos íntimos.
¿Qué te gustaría a ti ser de él?
Juan 15:13 El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos.
:14 Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.
:15 ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.
:16 Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes[2]y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
Sirácides 6:14Un amigo fiel es una protección segura; el que lo encuentra ha encontrado un tesoro.
:15Un amigo fiel no tiene precio; su valor no se mide con dinero.
:16Un amigo fiel protege como un talismán; el que honra a Dios, lo encontrará.
:17El amigo es igual a uno mismo, y sus acciones son iguales a su fama.