Por algo Dios nos manda ser humildes y poner nuestra confianza en él antes que en nosotros mismos. Porque si nos dejamos guiar por él no seremos engañados pero si nos dejamos guiar por el mundo, la sociedad y tantos artistas, influencers y líderes engañadores terminaremos totalmente engañados y desviados.
Decir estoes contra-cultural porque en las redes sociales, videosy libros constantemente nos están diciendo que seamos grandes, que confiemos en nosotros mismos, que no nos dejemos vencer por nada. Y aunque hay algo de verdad en esto, la parte del orgullo que nos tratan de inyectar es engaño y veneno para el alma.
Nadie necesita ser orgulloso, creído o soberbio para ser grande. Tú ya naciste con la grandeza suficiente de todo hijo de Dios si tan solo aceptas serlo.
Nadie cae más fácil que los arrogantes engreídos que se sienten grandes y poderosos con sus propias fuerzas. “Más pronto cae un hablador que un cojo” El diablo fácil tumba a los soberbios arrogantes.
Fíjate cómo engañó el diablo a Adán y Eva y verás que es la misma trampa que nos sigue poniendo hoy en día.
Gen 3:1 La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, (el diablo te manda para tentarte a los que sabe que te podrán engañar más, tu amiga íntima, la persona amada, aquel por quien sientes compasión, etc.)y le preguntó a la mujer: –¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín? :2 y la mujer le contestó: –Podemos comer del fruto de cualquier árbol, :3 menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos.