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Dice el Génesis 1, 27 que Dios creó a la humanidad a su imagen y semejanza, hombre y mujer los creó. También se traduce como Varón y hembra.

La idea de crearnos en familia es algo esencial dentro de Dios que es 3 personas tan inseparables y unidas que son un solo Dios. Como parte de su proyecto de vida quiso Dios que el hombre no viviera solo, Génesis 2, 18.

Los humanos somos creados para vivir en familia; (a veces familia de sangre, a veces familias que se forman por adopciones y también la Familia de Dios, la Iglesia) por eso cuando Jesús estaba muriendo en la cruz quiso dejarnos a su misma madre María como madre nuestra cuando le dijo a Juan: Hijo, allí está tu madre y Madre allí está tu hijo. Y algo que desde el inicio de la Iglesia con los apóstoles nos dio fue hermanos y hermanas en la iglesia, esta familia eterna de Dios.

Algunos de esos hermanos de la iglesia llegan a ser santos por su entrega, dedicación y amor a Dios y a los demás. Cuando estos van al cielo los llamamos los santos del cielo, que siguen siendo parte de nuestra familia y nosotros de ellos. No hay separación entre la iglesia militante (los de la tierra) y la iglesia triunfante (nuestros hermanos en el cielo).

Quiso Dios que desde la tierra y también en el cielo nos amemos unos a otros y como parte de ese amor, que oremos unos por otros. Por eso con mucha confianza les pedimos a nuestros hermanos en el cielo que están junto a Dios día y noche, que oren e intercedan por nosotros y por eso de ellos conseguimos muchos favores de Dios.

Algunos hermanos dicen: Yo no necesito a los santos, yo voy directo con Cristo, no hace falta nadie más, etc.

Y en algo tienen razón al reconocer que Jesús es el hijo de Dios, nuestro Rey y Salvador, el Sumo Sacerdote, Hebreos 4, 14ss, el único mediador entre Dios y los hombres, 1 Timoteo 2, 5.  Todas estas cosas se han predicado siempre en la teología católica. También predicamos que Jesús es el único Rey del cielo y de la tierra y del universo ante quien toda rodilla se debe doblar, Filipenses 2, 10.

Es por eso que como Rey que es, Jesús tiene todo el derecho de nombrar ayudantes en su mediación e intercesión. Desde el principio escogió Apóstoles y sus sucesores y nos mandó celebrar la Santa Eucaristía, orar por la iglesia, dar la santa comunión y los sacramentos para que fuéramos alimentados en nuestra alma constantemente. Y por eso la familia de Dios en el cielo y en la tierra, lejos de ser competencia de Jesús, son sus servidores. María y los santos están al servicio de Dios cuando constantemente oran por todos nosotros.  DIOS QUIERE UNA FAMILIA COMPLETA.

Jesús nuestro Rey, Salvador, Sumo Sacerdote y Mediador, por su santa voluntad, nos ha dado las figuras de una familia, nos dio a su Padre Dios como Padre nuestro, no olvidemos que fue él quien nos enseñó a llamarle a Dios PADRE, De igual manera, por su santa voluntad quiso darnos una Madre (también su Madre María) y hermanos, (los santos de la tierra y del cielo). Esa es UNA FAMILIA COMPLETA, esa es su santa voluntad y nos toca respetarla.

Así que mis hermanos. No somos nadie para corregir a Cristo y decirle que no nos debe dar hermanos en el cielo, o que está mal pedirles que oren por nosotros, o que debemos ignorar a su misma madre María, o que está mal pedirle que ore por nosotros. Decir estas cosas es decirle a Jesús que está equivocado y que él debe ser celoso y divisorio, no familia como a él le gusta.