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¿Será posible que después de que Dios nos da todo haya personas tacañas
con él? Si. Tristemente si.

Un
día un papá iba con su hijo en el auto, y al pasar por un lugar de
hamburguesas y papas fritas el niño le pidió al papá si le podía
comprar una bolsa de papas fritas pues traía mucho antojo; el papá
con gusto viró hacia el “drive through” le compró la bolsa más
grande de papas fritas y siguieron su camino. El niño estaba
fascinado devorando su manjar cuando el papá le pidió una y quiso
meter su mano en la bolsa del niño; ante lo cual el niño retiró la
bolsa bruscamente y le dijo a su papá: Papá si quieres papas
cómprate tu propia bolsa.

El
papá se entristeció mucho ante la acción egoísta del niño y le
dijo: Hijo, yo tengo bastante dinero y puedo comprar todas las bolsas
que quiera, pero solo quería probar una y darte la oportunidad de
que compartieras conmigo de las papas que yo mismo te regalé. ¿o ya
olvidaste quién te las compró?

Así
están muchas gentes con Dios. Tacaños con su dinero con Dios; no le
dan el diezmo que él les pide en su iglesia; tacaños con su
servicio a Dios, no le sirven con los talentos que les dio, solo los
usan para su beneficio; quieren que Dios les ayude en todas sus
necesidades, en sus enfermedades y en sus proyectos, o sea, quieren
que Dios les sirva, pero ellos a Dios no.

Algunas
personas preguntan: ¿por qué no me da Dios más? ¿porqué no me
concede esto o aquello? Creo que primero debemos preguntarnos: y yo,
¿soy generoso con Dios? Porque si soy un tacaño con él, ¿cómo
espero recibir favores y regalos especiales de Dios?

Dios
ya nos da muchísimas cosas, empezando con la vida, las personas
queridas, la comida y el aire y miles
de cosas más; pero si queremos más, y a veces cosas especiales de él, debemos ser generosos con él. Mira lo que dice la escritura:


2 Corintios 9:6
Recuerden esto: El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.


:7
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.


:8
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera
que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. Palabra de Dios.

Acuérdense de esto: No esperen regalos y ayudas especiales los que no son generosos con Dios.

2 Cor 9:11
Ustedes
serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan
ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de
ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.

Solo
los generosos son verdaderamente agradecidos con Dios. Le dan gracias y comparten abundantemente, experimentan cómo Dios les multiplica lo que dan.

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