-Hoy en día podemos evangelizar desde la distancia por medio de llamadas, textos e invitaciones a buenos canales de las redes sociales... Ya no es tan indispensable ir de puerta en puerta aunque es algo muy bueno.
-De los invitados a esta vida nueva con Dios muchos desoyen las invitaciones, pero otros las escuchan especialmente cuando están pasando por dificultades o tragedias en sus vidas.
Muchos comienzan a caminar con Dios, a escuchar clases y audios de crecimiento espiritual, a orar, a congregarse en la Iglesia, pero de estos que comienzan pocos perseveran y permanecen. Recordemos las palabras de Jesús en Mateo 22, 14: “Muchos son los llamados pero pocos los escogidos”...
¿Qué hace que la mayoría de los que comienzan a caminar con Dios no sigan y se retiren volviéndose a la vida mundana de donde Dios los había rescatado? Respuesta: ¿Recuerdan en física el fenómeno de la gravedad? ¿Cómo los objetos grandes atraen a los pequeños y es por eso que el mundo ejerce una gravedad sobre los objetos sobre la tierra? De igual manera pasa con la vida mundana que es mucho más grande y fuerte que la nueva vida espiritual que apenas comienza a germinar como una semilla recién plantada en el corazón de los evangelizados.
Comienzan a caminar con Dios, les atrae y les llama la atención, se dan cuenta sobre todo cuando están sufriendo una pena que este mundo por grande que nos parezca en realidad es pequeño comparado con Dios y s0bre todo, es casi pura ilusión, es pasajero, efímero, va a morir con todas sus cosas… Pero seguir a Cristo requiere de un esfuerzo, de cambios de vida que le van a mejorar a uno su calidad de vida, su alegría, su relación con Dios, pero al fin y al cabo son cambios que requieren un esfuerzo sobre todo al principio, y si estos nuevos no se quieren ni esforzar tantito por seguir a Dios esa atracción de las cosas mundanas los termina dominando y regresando a su vida pasada.
Si se esforzaran y no le hicieran caso al mundo y sus personas que te tratan de desviar, esa semilla de Dios de la fe plantada en sus corazones comenzaría a crecer y llegará un día en que sea tan grande y fructífero que no importa cuales sean las tentaciones del mundo no la vencerán.
Si quieren saber con más detalle por qué pasa todos esto y cuales son esas tentaciones y atracciones mundanas que nos apartan del camino de Dios basta meditar la parábola de Jesús del sembrador en el evangelio de San Lucas 8, 5-15