Listen

Description

Esta o algo similar es quizá una queja de muchos creyentes que comienzan a caminar con Dios. Incluso la pueden tener personas ya entradas hace tiempo en el camino junto a Jesús.

La carne humana desea que las cosas se hagan a su manera, desea ser reconocida y admirada. Casi todos tenemos esa debilidad. Pero la persona espiritual debe ser fortalecida, probada, transformada a otro nivel mucho más cercano a Dios. El nivel donde “lo que yo quiera y desee no es lo que importe”, sino lo que Dios quiera y desee.

Escuchemos el libro Imitación de Cristo en el capítulo 49:

Dice Jesús:

4. Hijomío has de ser probado aún en la tierra, y ejercitado en muchas cosas. Algunas veces serás consolado, pero no siempre se te concederá l oque deseas. Esfuérzate, pues, y aliéntate así a hacer como a padecer cosas desagradablesa la carne. Conviene que te vistas de un hombre nuevo, y te vuelvas un Cristiano fuerte constante. Es preciso hacer muchas veces lo que no quieres, y dejar lo que tú quieres.

A veces verás que lo que agrada a otros, progresará; y lo que a ti te contenta, no se hará. Lo que dicen otros, será oído; lo que dices tú, será a veces tenido por nada. Pedirán otros, y recibirán; tú pedirás, y no alcanzarás.

5. Otros serán grandes en boca de los hombres; de ti no se dirá nada. A otros se encargará este o aquel negocio; tú a veces serás tenido por inútil. Por esto se contristará alguna vez tu naturaleza; y tu virtud estará en sufrirlo en silencio. En estas y otras cosas semejantes es probado el siervo fiel del Señor, para ver cómo sabe negarse y mortificarse en todo. Apenas se hallará cosa en que más necesites morir a ti mismo, que en ver y sufrir cosas repugnantes a tu voluntad, principalmente cuando parece conforme y menos útil lo que te mandan hacer. Y porque tú, siendo inferior, no osas resistir a la voluntad de tu superior, por eso te parece cosa dura andar pendiente de la voluntad de otro y dejar tu propio parecer.

6. Mas considera, hijo, el fin cercano de estos trabajos, el fruto de ellos y su grandísimo premio; y no te serán pesados, sino un gran consuelo de tu paciencia. Pues por esta poca voluntad que ahora dejas de grado, poseerás para siempre tu voluntad en el cielo. Allí, pues, hallarás todo lo que quisieres, y cuanto pudieres desear. Allí tendrás en tu poder todo el bien, sin miedo de perderlo. Allí, tu voluntad, unida con la mía para siempre, no apetecerá cosa alguna contraria o propicia.

1Tesalonicenses5:15Cuiden que nadie devuelva a otro mal por mal, sino constantemente procuren el bien entre ustedes y con los demás.

:16Estén siempre alegres, :17oren sin cesar :18y den gracias a Dios en toda ocasión; ésta es, por voluntad de Dios, su vocación de cristianos.

:19No apaguen el Espíritu,