Y los 2 remedios para no sufrir ante los problemas de la vida.
Si
quiero que Dios lleve mi vida, algunas cosas no van a salir como yo
quiero. Porque si todo sale y se hace como a mi me gusta entonces las
cosas se hacen a mi manera, no a la de Dios, yo llevo mi vida, no
Dios.
Dios
sabe miles de cosas del presente y el futuro de mi vida que yo no se.
Es por eso que él hace y permite cosas que yo no entiendo, o no me
gustan.
Lo
mismo se aplica a los eventos del mundo. Dios permite muchas cosas
que no entendemos pero en su plan universal y eterno tienen un porqué
y un para qué y siempre tienen un final sumamente feliz para sus
hijos y sus seguidores pero tristemente un final muy doloroso para
los que lo rechazan y se apartan de su plan.
Ahora
podemos entender un poco más porqué a veces hay enfermedades,
tragedias, y hasta la muerte, pero los hijos de Dios se someten y se
abandonan a él.
Si
soy un discípulo de Cristo le he entregado mi vida y mi voluntad.
Eso significa que yo ya no tomo las decisiones mayores y muchas veces
ni las menores, dejo que él la lleve y confío que él sabe mejor
que yo lo que es mejor para mi. Dejo que él decida los eventos y
acontecimientos de mi vida.
San Francisco de Asís conoció a Jesús más a fuerzas que de ganas. En
su juventud, mientras andaba teniendo una vida libertina y de
placeres, tuvo unas experiencias muy dolorosas que lo pusieron al
bordo de la muerte no solo física sino también de prestigio y honor
ante la sociedad; eso le hizo reflexionar sobre el verdadero valor de
sus valores mundanos, le hizo meditar sobre sus decisiones y sus
ambiciones, vio la relatividad y efimeridad de la vida, se dio cuenta
de que todas las riquezas y los placeres del mundo sin Dios son paja,
son basura que pasa y se muere pronto o como dice San Pablo, son
estiércol que termina apestando (Filipenses 3,8).
(Les
recomiendo escuchar el curso sobre su vida que dimos en MidaD. Aquí
está en Youtube:
El
remedio para los discípulos de Cristo para dejar de sufrir es 2
cosas: SUMISIÓN Y ACEPTACIÓN. Sumisión a la voluntad de Dios y
aceptación de la voluntad de Dios. Una aceptación amorosa aunque al
principio sea dolorosa; La oración de Jesús en el huerto es la
perfecta: “Te pido Padre que apartes de mi esta cruz, pero que no
se haga mi voluntad sino la tuya”. Y entonces Jesús quedó con
dolor pero con paz en los brazos de su Padre celestial.
1Corintios 1:25
Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la
debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana.
1Corintios 1:18
Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se
pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para
nosotros, este mensaje es el poder de Dios.
:19
Pues está escrito: "Destruiré la sabiduría de los sabios;
frustraré la inteligencia de los inteligentes."*
:20
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo
de esta época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría de
este mundo?
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