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La respuesta corta es: PORQUE ÉL ES DIOS y YO NO SOY. Así de simple.

Lo normal es que no conozcamos infinidad de cosas sobre Dios. Lo imposible sería que estuviéramos a su tamaño en conocimientos, sabiduría y grandeza para entenderlo.

Y por más grandes que nos creamos en nuestra inteligencia, razonamiento, ciencias y conocimientos. Todo eso es nada para comprender la inmensidad de Dios. No podemos ni siquiera entender el universo que es su creación. ¿Cómo pretendemos entender completamente a Dios? Es equivalente a la hormiga que dice, yo no creo que exista el mundo porque lo he buscado por todas partes para ponerlo bajo mi microscopio y nunca lo he encontrado. Tampoco he conocido a otra hormiga que lo haya visto o analizado bajo las ciencias de su microscopio…

Las cosas que conocemos de Dios es porque él nos las ha revelado.

Solo Dios en su infinito conocimiento puede conocer lo infinito. Los demás aunque nos creamos muy grandes y poderosos, somos y conocemos casi nada de la inmensidad de Dios.

A Dios se le puede CONOCER pero no entender, CONOCER con el corazón pero no con la razón. Lo podemos ENCONTRAR pero no analizar.

¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!

¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! Romanos 11:33

Yo te guío por el camino de la sabiduría,

te dirijo por sendas de rectitud. Proverbios 4:11

La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría!

Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. Proverbios 4:7

Con el orgullo viene el oprobio;

con la humildad, la sabiduría. Proverbios 11:2

El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor;

conocer al Santo es tener discernimiento. Proverbios 9:10

El orgullo solo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen consejos. Proverbios 13:10

El temor del Señor es el principio del conocimiento;

los necios desprecian la sabiduría y la disciplina. Proverbios 1:7

Así de dulce sea la sabiduría a tu alma;

si das con ella, tendrás buen futuro;

tendrás una esperanza que no será destruida. Proverbios 24:14

En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. Santiago 3:17

El principio de la sabiduría es el temor del Señor;

buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos.

¡Su alabanza permanece para siempre! Salmo 111:10