Indudablemente en las generaciones modernas hay una crisis de fe. La gente se ha vuelto tan edonista y materialista, solo buscan los placeres y las cosas materiales.
Por otro lado los conocimientos de ciencias han avanzado y eso es algo muy bueno, pero los que no han sido bien formados en la fe sino solo en una religiosidad de costumbre sin educación, o pero aún, escuchando a predicadores fundamentalistas y fanáticos, creen que las ciencias contradicen a la religión sin saber que están comparando peras con manzanas.
Las ciencias, lejos de contradecir una sana religión, la afirman. Con sus estudios y descubrimientos confirman que tiene que haber un ser sumamente inteligente que creó todas estas cosas inteligibles y ordenadas en sus leyes físicas, de otra manera el universo sería todo un caos.
La fe la da Dios cuando sus hijos creyentes la comparten. Con su vida y con sus palabras. Les hablan a otros de Dios, de Jesús y les enseñan a tener una relación de amor con El.
Las iglesias necesitamos formar y educar más y mejor a nuestros miembros con una sana y auténtica teología. Algunos pastores y sacerdotes se conforman con los meros ritualismos, con repetir las mismas ceremonias y no dar ninguna enseñanza que conteste a las dudas de los creyentes y los ilustre en su fe. Con razón nunca crecen espiritualmente y no pueden tampoco ser una luz para tanta gente que vive en la oscuridad.
Claro que si el sacerdote o pastor no está preparado, ¿cómo va a dar lo que no tiene? Pero a veces sí saben pero no quieren esforzarse por enseñar, por convivir con la gente, por acompañar a los feligreses en su peregrinar por este mundo y guiarlos hacia Dios.
En algunas iglesias los feligreses no ven a sus guías más que a la distancia y estos no se acercan a la gente ni para saludar. Pero lo mismo podemos decir de los feligreses que se conforman con creer pero no quieren compartir.
La oración de San Francisco nos invita a pedirle a Dios hoy: SEÑOR, QUE DONDE HAYA DUDA LLEVE YO TU FE.
Si los creyentes no repartimos las enseñanzas de Cristo, ¿quién lo va a hacer? Recuerda que si tú tienes fe es porque alguien más en tu familia o tu iglesia se tomó el tiempo para enseñarte, para guiarte. Nosotros debemos hacer lo mismo con otros incrédulos. Ve lo que dice la palabra de Dios:
Rom 10:13 porque "todo el que invoque el nombre del Señor será salvo".
Rom 10:14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?
Rom 10:15 ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: "¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!"
En MidaD quisiéramos evangelizar a mucha gente más, hacemos todo lo que podemos, si tuviéramos más personas que quisieran servir a Dios grabando en las redes sociales, predicando, preparándose para ser líderes, podríamos llevar la palabra de Dios a muchísima gente más.
Oremos para que Dios nos de el Espíritu de Misioneros a todos.
¿Qué puedo hacer yo para compartir mi fe con gente que no la tiene?