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Esta petición de la oración de San Francisco es quizá la más difícil de entender. Porque ¿cómo podemos saber quién tiene la verdad para poder sembrarla? Todos, hasta los más ignorantes creen tenerla por más equivocados que estén. Y si todos quieren “imponer” su “verdad” como lo hacen millones de gente sin conocimientos y algunos hasta pervertidos en las redes sociales, nadie al final podrá sembrar LA VERDAD.
Comencemos por entender ¿qué es la Verdad? Vamos a dividirla por hoy en dos tipos: Las “verdades” de los hombres y la VERDAD de Dios (con mayúsculas)
No todo el que crea tener la verdad la tiene; ni las verdades del mundo ni la VERDAD de Dios. Porque hay gentes religiosas que estando muy equivocados y hasta fanatizados gritan aquí y allá que ellos enseñan la VERDAD de Dios, cuando en realidad es solo su creencia y su desviación o fanatismo en las creencias religiosas o ateas que les dieron sus maestros que estaban igual de mal preparados o equivocados que ellos.
Entendamos algo: El único que puede tener la VERDAD ABSOLUTA es el que tiene la SABIDURÍA ABSOLUTA y ese es solo Dios. De allí en fuera todos solo tenemos pedacitos de su verdad, unos más y otros menos.
Pero imagínate que hay dos médicos que te quieren operar. A uno le preguntas donde estudió medicina y te dice, con un brujo de mi pueblo. Y el otro te dice, yo me gradué con honores en teoría y práctica de la Universidad médica de Harvard. Aunque ninguno de los 2 sabe todo lo que hay que saber de medicina porque es una ciencia en constante evolución. ¿a cuál de los dos médicos le confiarías más para que te haga una cirugía o te de un diagnóstico? ¿cuál sabe más sobre verdadera medicina?
Es igual en la VERDAD DE DIOS. Nadie puede saber todo sobre Dios. Pero pregúntate ¿quien ha ido a la mejor escuela de Teología y Biblia y quien tiene más experiencia en buena enseñanza y dirección espiritual?
Es por eso que en la oración de San Francisco le pedimos a Dios. QUE SIEMBRE YO LA VERDAD, pero no mi verdad, sino tu verdad, podemos pedirle también. Ponme Señor a buenos maestros y guías espirituales para que me lleven a conocer tu VERDAD, más que las “verdades” de hombres.
Cuando hablamos de la diferencia entre enseñanzas religiosas, aunque ninguna es perfecta porque también están siempre aprendiendo, corrigiéndose y creciendo ya que a Dios nunca lo conoceremos totalmente, debemos preguntarnos, ¿quienes se apegan más a lo que Jesús nuestro salvador e hijo de Dios nos enseñó? ¿Quienes tienen más siglos (no años) de experiencia teológica? ¿qué religión ha generado más santos y santas? ¿Quien o quienes nos han explicado mejor lo que Dios enseña?
Dice la Biblia:
Juan 4,24 Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. DHH
Debemos entender también que además de la enseñanza de la verdad es todavía más importante LA VIVENCIA de la verdad.
La existencia de Santos y santas en una iglesia es una de las pruebas de que allí se vive la verdad de Dios.
2Tim2, 15 Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un hombre de valor comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad. DHH
