NO FALTES LA SANTA MISA ESTE DOMINGO
Todos algunas veces nos sentimos ofendidos por los comentarios de otra persona, por su actitud, por su desprecio o por su indiferencia. Es parte de la vida y es una realidad el que todos con nuestras imperfecciones somos como cadillos con espinas filosas que nos hacen lastimar a los que se acercan a mi o conviven conmigo, de igual manera otros nos lastiman a nosotros con las espinas de sus defectos.
El autor de la oración de San francisco pone esta frase como la tercera: QUE DONDE HAYA OFENSA PONGA YO PERDÓN. Porque sin duda alguna nos vamos a encontrar seguido con personas que se sienten ofendidas por otros. Es allí donde con la gracia de Dios y nuestras palabras cristianas debemos sembrar sanación, alivio, perdón. Más por el bien del que perdona que por el perdonado, pero en beneficio de los dos.
Ahora, debemos saber que no siempre que me siento ofendido tengo razón. Hay o habemos personas hipersensibles o con traumas que ante cualquier palabra o expresión encuentran ofensa aún cuando no la hay. Es siempre mejor dar el beneficio de la duda. Si no me consta con objetividad que la otra persona me intenta ofender, no debo tomar ninguna ofensa porque me voy a herir yo solo y voy a crear divisiones y lastimaduras en las relaciones.
Y aún cuando sí hubo intención de ofenderme en el otro, es mejor ignorar que sufrir. Recuerda las palabras de aquél sabio: “la gente me lanza flechas ardientes con sus palabras hirientes, pero todas esas flechas aterrizan ante mis pies sin llegar a mi, y yo me rehúso a agacharme, levantarlas y enterrármelas yo solo”. Eso es lo que hacemos cuando nos hacemos ofendidos por las palabras de los demás. Recuerda que “las palabras no sacan sangre” ni tampoco lastiman a quien no las oye o las ignora.
El perdonar es una acción de amor, porque es tener compasión del otro que nos ofendió, mira como dice Jesús: Mat 5:7 "Dichosos los compasivos,
porque Dios tendrá compasión de ellos.
Y otra cosa que debo entender es que la ofensa es un ataque al ego, si soy de verdad humilde y no tengo ego nadie me puede ofender porque nadie puede tumbar al que está en el suelo.
Mar 11:25 y cuando estén orando, perdonen lo que tengan contra otro, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.
Mat 18:21 Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:
–Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?
:22 Jesús le contestó:
–No Pedro, no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y recuerda otra palabra de sabiduría que enseñamos en MidaD, “solo tiene que perdonar el que ha juzgado, si no juzgamos nunca necesitamos perdonar” PC