Haz de buena gana cuanto está en ti, sin que por la sequedad o angustia del espíritu que sientes, te descuides del todo.
Nunca te desanimes por sentir sequedad en la oración. Es parte del proceso de crecimiento espiritual.
Tampoco caigas en la avaricia espiritual y trates de hacer más de lo que Dios te pide que hagas.
Algunos indiscretos de destruyeron a si mismos por la gracia de la devoción; porque quisieron hacer más de lo que pudieron, no mirando la medida de su pequeñez, y siguiendo más ambicionesde su corazón que el juicio de la razón.
Y porque se atrevieron a mayores cosas que las que Dios quería, por esto perdieron pronto la gracia.
Se hallaron pobres, y quedaron viles los que pusieron en el cielo su nido, para que humillados y empobrecidos aprendan a no volar con sus alas, sino a esperar debajo de las mías.
Los que aún son nuevos e inexpertos en el camino del Señor, si no se gobiernan por el consejo de discretos, de buenos directores espirituales, fácilmente pueden ser engañados y perderse.
Si quieren más seguir su parecer y prefieren seguir su orgullo que creer a los ya ejercitados, les será peligroso el fin.
Los que se creen sabios, rara vez toleran con humildad que otro los dirija.
Mejor es saber poco con humildad, y poco entender, que tener grandes conocimientos con orgullo.
Más te vale tener poco, que mucho si te puedes ensoberbecer.
tampoco sabe mucho de virtud el que en tiempo de adversidad y de cualquiera molestia de desanima demasiado, y no piensa ni confía en mí.
La grandeza de una persona no está entener muchas visiones o consolaciones, o en ser muy conocedor dela Escritura, o en tener grandes títulos; Sino que consiste en estar fundado en verdadera humildad y lleno del amor divino, en buscar siempre pura y enteramente la honra de Dios, en reputarse a sí mismo por nada, y verdaderamente despreciarse, y en desear más ser abatido y despreciado, que honrado de otros.