Y también lo que nos quita.
=Nunca vayas a pensar que las cosas que nos pide Dios que hagamos son para su bien. El ya tiene todo, no le hace falta nada, es Dios. Lo que nos pide que hagamos, que busquemos, el cómo vivamos es siempre por nuestro bien. Empezando por el primero de los mandamientos es más para nuestro bien que el de él. Nadie vive más completo y satisfecho que el que ama a Dios por sobre todas las cosas. Si no lo vives ya pruébalo y verás...
Pues no es santo todo lo alto; ni todo lo dulce bueno; ni todo deseo es puro; ni todo lo que amamos es agradable a Dios.
En verdad hay muchas cosas que nos gustan que no son agradables a Dios. Tenemos que tenerle a Dios el amor y la entrega suficiente para renunciar a ellas.
Cuantas personas andan buscando sus gustos, sus deseos, lo que les causa placer sin tomar en cuenta qué de ello es agradable a Dios y qué no.
Con gusto acepto yo la gracia que me haga más humilde y obediente, y me purifique; Con gusto acepto yo la gracia que me haga más humilde y temeroso, y me disponga más a renunciarme a mí.
. Ponte siempre en lo más bajo, y se te dará lo alto: Las cosas grandes se las da Dios a los que se hacen pequeños. Los grandes Santos están cerca de Dios porque se hacen pequeños; y cuanto más gloriosos, tanto en sí más humildes.
Por eso nos dice la Biblia: El que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado. Lucas 14:11.