Recuerdo cuando estaba en el seminario y nos emocionábamos mucho cuando se acercaban las fechas de vacaciones, y mientras más se acercaba la fecha de salida más me emocionaba yo. Eran las únicas épocas que me ib a mi casa, las vacaciones de Navidad, de Semana Santa y de verano. Las esperábamos con ansia porque íbamos a salir e ir a nuestras casas a vivir y convivir con nuestras familias y a no tener la carga de hacer tareas y estudios cada día. Pero los formadores nos decían: “Ni se les ocurra pensar que van a tomar vacaciones de Dios, van a seguir haciendo sus oraciones diarias y van a servir y trabajar en sus parroquias.
Hay personas que piensan que cuando andan de vacaciones no necesitan orar, asistir a la Santa Misa donde estén, tomar las clases de formación Cristiana aunque sea vía internet, etc. Se desconectan de sus trabajos, de sus casas y se quieren desconectar también de Dios.
Yo se que es difícil mantener nuestras rutinas y hábitos cuando nos des-enraizamos de los lugares y los horarios donde ordinariamente los seguimos. Yo se que toma un esfuerzo especial a veces tener el valor de decirles a familiares o amigos, “disculpen pero es ahora mi clase o mi tiempo de oración, los veo al rato” Y sin embargo, esa es la manera en que le manifestamos a Dios que nuestro compromiso con él, nuestro amor y entrega no son temporales o solo en ciertos lugares, sino siempre y en todos lados, Dios es el primero en mi vida.
INVITACIONES DE DIOS A LA PERSEVERANCIA:
Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús. Romanos 15:5
Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Romanos 5:3-4
Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró. 2 Tesalonicenses 3:5
¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. Santiago 4:4
Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 2 Pedro 1:5-7