El programa de hoy bien pudo llamarse "El sufrimiento del cristiano", y es que no hay tal cosa como "Venga a Cristo y pare de sufrir", quién le enseñe eso lo está engañando. La realidad es que mientras vivamos en este mundo caído seguiremos sufriendo. ¿Cuál es entonces la ventaja que tiene quien ha depositado su fe en Jesús?, se preguntarán.
La principal es que tiene la certeza de que los sufrimiento en esta vida pasarán, sin importar lo grande que sean, un día estará en gloria con Cristo gozando de la eternidad. "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" (Romanos 8:18).
En segundo lugar los sufrimientos nos ayudan a conformar más nuestro carácter a la imagen de Cristo "Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Corintios 12:7-10).
Y en tercer lugar, en medio del dolor podemos tener la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". (Filipenses 4:6-7)
Hay una cosa que necesitamos tener presente y es algo que ilustra muy bien Job, el sufrimiento no siempre viene como consecuencia o castigo por nuestro pecado.
Una amiga estaba muriendo de cáncer y me dijo, Adriana, no entiendo por qué Dios está apagado la lámpara de mi vida si he honrado a mis padres, me he puesto a cuentas con Dios, le he preguntado por qué... Le dije, no pienses que Dios te está castigando, quizá Dios ya tenía planeado para ti este cáncer, la diferencia es que tú, en Cristo, has reaccionado de una manera muy diferente a como lo hubieras hecho lejos de él. Ella cantaba en el dolor, como dice el himno antiguo.
Dame la fe de mi Jesús
Dame la fe de mí Jesús,
es mi oración, oh buen Señor:
la fe que al alma da la paz,
la fe que salva de temor;
Dame la fe que trae poder,
que a los demonios da temor;
que fieras no podrán vencer,
ni dominarla el opresor;
Dame la fe que vencerá,
bendita fe de mi Jesús.
Dame la fe que fijará
mi vista en su divina cruz;
Dame la fe que da el valor,
que ayuda al débil a triunfar,
que todo sufre con amor
y puede en el dolor cantar;
fe de los santos galardón,
gloriosa fe de salvación.
