Listen

Description

Todos perseguimos sueños. Siempre y en todo momento. Desde pequeños anhelamos cosas, viajes, eventos extraordinarios, cuestiones fuera de lo común. Ya más crecidos, en la adolescencia, la sociedad nos entrena para ir jalonando anhelos ... para ir saltando de un sueño a otro. Sea éste tener algún bien material, algún viaje, fiesta o experiencia con mucho marketing ... Y así vamos por la vida, la gran mayoría de nosotros, en una suerte de carrera de obstáculos; en búsqueda de las "estaciones" que nos darán satisfacción ... sólo mientras las anhelamos, pero cuyos efectos reales y concretos se diluyen ni bien tocamos el objeto del deseo, ni bien arribamos a esa peculiar estación ... Pocas personas logran darse cuenta de la absoluta esterilidad de esta carrera sin fin, alimentada por el consumismo materialista y marketinero, que nunca para y siempre pone por delante de nuestos ojos alguna "estación" nueva ... lejos ... alcanzable pero con sacrificios ... costosa ... única ... pero segura y definitivamente engañosa. Sólo algunas veces logramos tener la claridad suficiente para darnos cuenta del aplastante mecanismo social que nos determina a conductas tan disvaliosas y alienantes como esa carrera de anhelos ... Son muy contadas las veces que logramos romper esa rutina y conducta, dejando de lado el tropel del consumo a como dé lugar. Analizando un poco algunos ejemplos que he visto sobre ello, creo que a todos nos resulta sumamente satisfactorio darnos cuenta que tal o cual amigo, familiar o conocido ha logrado desconectar de esa carrera de satisfacciones instantáneas, efímeras. Cuál es la diferencia entre esos pocos y la inmensa mayoría que no logra desligarse del consumo impuesto socialmente? La actitud. SU actitud. Evidentemente, en algún momento de sus vidas han decidido tomar las riendas de sus propias opciones, caminos y vías de consumo en sus derroteros. Inclusive, han asumido las consecuencias de esa decisión de correrse del modelo impuesto socialmente. Así, más allá del inocente cuestionamiento (que algunas veces no es tan así) del resto de sus relaciones respecto a las razones y temores por su ruptura con lo que "debe hacerse"; he visto que ninguno de los que conozco que han tomado esta opción ha devenido infeliz o con ganas de retornar al seno de la sociedad despersonalizada. Muy por el contrario, han comenzado inmediatamente a vivir todos y cada uno de sus sueños ... Son felices con lo que viven y viven en felicidad. Más aún, estoy convencido que no hay distancia alguna entre nuestra realidad y nuestros sueños. El único elemento que las conecta y nos ayuda a transitar entre una y otros, constantemente y en viaje de ida y vuelta, es ... nuestra actitud. Sólo eso basta. Esto es, que cambiemos nuestra actitud frente a la realidad que nos toca vivir, que decidamos encolumnarnos hacia nuestros sueños. Así, todas las cosas se irán ordenando paulatinamente unas a otras en pos de esos sueños que optamos vivir, que hemos decidido convertir en nuestra realidad. Cuando alguien que no ha seguido el proceso ve su propia realidad y la compara con la de quien ha transitado ese otro camino de cambio de actitud para "moldear" su realidad en procura de sus sueños; es claro e irrefrenable que comentará sorprendido la "suerte" que tiene quien está viviendo sus sueños ... sin darse cuenta que SU propia realidad la ha moldeado él mismo con sus previas decisiones u omisiones. Para cada uno de nosotros es duro aceptar que hoy somos el producto de las decisiones y opciones que hemos hecho en el pasado, hace 1, 5 o 20 años atrás ... Nuestra realidad actual es consecuencia de ello. No es mala suerte ni determinismo inmanejable ... hemos sido nosotros mismos decidiendo o eligiendo lo que hoy nos perturba; o no optando por lo que hoy anhelamos o queremos para nuestra realidad. Hagámosnos cargo de eso, pues es el primer paso para cambiar nuestra actitud ... (continúa en: spanishfreedoors.blogspot.com/2021/06/viviendo-suenos.html)