El estigma, los prejuicios y la discriminación atraviesan a diario la vida de las personas usuarias de cannabis, y esta hostilidad aumenta si esas personas son mujeres, más aún si son madres.
Las mujeres que se han salido de estos roles de género han sido estigmatizadas a través de sentimientos de vergüenza y culpa, como una manera de reconducirlas a lo que la sociedad espera de ellas, como si tomar la decisión de maternar anulara la autonomía y el derecho al libre desarrollo de la personalidad y la soberanía en los placeres.
Daniela (@alealedaniii), Meri (@meribofi) y Belén (@belulis.d) son madres usuarias de cannabis y nos cuentan su desafío diario a los mandatos de la maternidad.